Un programa de la Comunidad de Madrid y el Colegio de Farmacéuticos de Madrid para el seguimiento de la medicación a los mayores de 75 años polimedicados, el programa de Atención Farmacéutica Domiciliaria del Consejo, los SPD, actividades de formación o servicios a residencias geriátricas son algunas de las actuaciones que demuestran el compromiso del farmacéutico con los mayores.
Ya sea de forma aislada o como parte de una iniciativa oficial, el farmacéutico demuestra su compromiso con la salud de las personas mayores con acciones que promueven el buen uso de los medicamentos. Uno de los proyectos más destacados es el llevado a cabo por el Colegio de Farmacéuticos de Madrid y la Consejería de Sanidad madrileña, que consiste en el seguimiento, de forma personalizada, de la medicación de las personas mayores de 75 años que tienen prescritos seis o más medicamentos.
Este programa, que supone un trabajo conjunto entre farmacias y centros de salud, comenzará a principios del año que viene, y actualmente ya han sido formados los profesionales participantes. Según explica a WEBSALUD Ana María Quintas, vocal de Oficina de Farmacia del COF de Madrid, el farmacéutico valorará si el paciente es capaz de encargarse solo de su medicación, y sus funciones también pasarán por preparar los medicamentos con un sistema personalizado. Quintas destacó la gran aceptación de esta prueba piloto entre las farmacias de la comunidad, puesto que hay establecimientos en lista de espera para participar en el programa.
Otra de las iniciativas más importantes a nivel nacional es la que recientemente presentó el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, el plan de Atención Farmacéutica Domiciliaria, que tiene entre sus principales usuarios potenciales a las personas mayores. Según apuntó Luis Amaro, contador del Consejo, las principales tareas del farmacéutico serán la revisión del botiquín, la educación sanitaria referente al uso de los medicamentos y el seguimiento farmacoterapéutico.
En todas estas iniciativas de ayuda a las personas mayores, los sistemas personalizados de dosificación (SPD) son fundamentales.
Cataluña desde hace años apuesta por el SPD como control de la medicación, sobre todo de las personas de la tercera edad. Según Mercè Barau, vocal de la Junta del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona (COFB), este sistema ha demostrado la mejora de la adherencia al tratamiento.
Otra de las actuaciones del COFB para el buen uso de los medicamentos por parte de los mayores es el Plan de Educación Sanitaria, mediante el que 30 formadores acuden a distintos centros a realizar una labor informativa. Para Barau, la dificultad para identificar los envases es uno de los principales problemas a los que se enfrentan los mayores, y por este motivo destaca las iniciativas que puedan ayudar a mejorar la identificación de las cajas.
Los ancianos constituyen una población diana en todo lo referente al medicamento y a la Atención Farmacéutica, según afirman desde el Colegio de Farmacéuticos de Islas Baleares, ya que suponen el 17 por ciento de la población total y representan el 70 por ciento del gasto farmacéutico. Por este motivo, el control de la medicación de las personas mayores debe ser más riguroso. Además, hay que tener en cuenta que pueden presentar pluripatología o estar polimedicados; asimismo, presentan diferencias en la respuesta farmacodinámica y farmacocinética, y tienen un mayor riesgo de efectos secundarios o interacciones.
Todos los esfuerzos del farmacéutico por mejorar la atención a los ancianos llevan al presidente de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores, Eduardo Rodríguez, a reconocer su papel como consejeros de salud. En su opinión, se trata de un profesional que ha demostrado su sensibilidad hacia la problemática de los mayores, y cree que tienen una labor fundamental en cuanto a la información sanitaria.
Las residencias geriátricas constituyen una buena oportunidad para realizar actividades de Atención Farmacéutica, y las actuaciones llevadas a cabo por los profesionales así lo demuestran. Aparte de la prueba piloto llevada a cabo por COF de Barcelona y el Departamento de Salud catalán, cabe destacar la Guía farmacoterapéutica para residencias de mayores que ha publicado la Consejería de Salud del Gobierno balear. Según explica la coordinadora de esta guía, María José de Juan, vocal de Hospitales del COF de Baleares, esta herramienta selecciona los medicamentos considerados más adecuados entre la población coordinadora geriátrica, descartando los de baja utilidad terapéutica, inadecuados o innecesarios, y también realiza recomendaciones para el tratamiento de las patologías más frecuentes. A nivel particular también existen iniciativas, como la de Borja Arnáez, que tiene una farmacia en Vizcaya que se ocupa del control y provisión de la medicación de dos residencias geriátricas, con un total de 300 pacientes. Entre las funciones que realiza, se encuentra la preparación la medicación para una semana, la detección de interacciones o la el cuidado de la presentación de los medicamentos. En opinión de Arnáez, la oficina de farmacia debería asumir el servicio farmacéutico de las residencias geriátricas, entre otros motivos, porque da valor añadido a la profesión. Además, afirmó que el 80 por ciento del volumen de ventas de su farmacia corresponde a las recetas generadas en estas dos residencias.
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