A partir de 2007, todos los españoles que lo soliciten serán evaluados para determinar su grado y nivel de dependencia y las prestaciones a las que tienen derecho.
El texto queda pendiente ahora de que el Senado continúe con su tramitación parlamentaria. En España, hay más de 1.125.000 personas dependientes y según las previsiones, la cantidad aumentará en los próximos años.
La futura Ley creará el Sistema de Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD), por el cual se establecerá en España un nuevo derecho universal y subjetivo de ciudadanía que garantiza atención y cuidados a las personas dependientes (aquellas que no se pueden valer por sí mismas, en su mayoría ancianos).
El Gobierno aportará más de 12.638 millones de euros para poner en marcha el SAAD.
El SAAD se configurará como una red pública, diversificada, que integre de forma coordinada, centros y servicios, públicos y privados, debidamente acreditados. Además, se creará el Consejo Territorial del Sistema de Autonomía y Atención a la Dependencia, como instrumento de cooperación para la articulación del sistema.
Está previsto que a partir del año próximo las personas puedan ser evaluadas para determinar su grado y nivel de dependencia y las prestaciones a las que tendrán derecho, en un documento expedido por la Comunidad Autónoma correspondiente y tendrá validez en todo el Estado.
Está previsto que a partir del año próximo las personas puedan ser evaluadas para determinar su grado y nivel de dependencia y las prestaciones a las que tendrán derecho, en un documento expedido por la Comunidad Autónoma correspondiente y tendrá validez en todo el Estado.
Se han establecido tres niveles de dependencia : moderada, severa y gran dependencia
Entre las prestaciones que se establecerán destacan: el Servicio de Teleasistencia; Servicio de ayuda a domicilio; Servicio de Centro de Día y de Noche y Servicio de Atención Residencial; Prestaciones económicas vinculadas para que la persona pueda adquirir el servicio en el mercado privado y prestación económica de carácter personal que podrá recibirse cuando el beneficiario cumpla determinados requisitos, y estará, en todo caso, vinculada a la prestación de un servicio.
La cuantía de la prestación económica estará en relación con el grado de dependencia y de la capacidad económica del beneficiario.
Otro tipo de ayuda será la compensación económica por cuidados en el entorno familiar y por último la prestación de asistencia personalizada que tiene como finalidad la promoción de la autonomía de personas con gran dependencia.
El desarrollo del SAAD será gradual ya que se realizará de forma progresiva durante ocho años, con el fin de acompasar el desarrollo de prestaciones con la creación de la infraestructura necesaria para ello. La financiación del sistema correrá a cargo de la Administración General del Estado y de las Comunidades Autónomas.
El objetivo es pasar del 0,33% del PIB que se dedica en la actualidad a la dependencia a más del 1% en 2015.
Para ello, y según la memoria económica de la ley, la Administración General del Estado aportará más de 12.638 millones de euros nuevos hasta 2015 para garantizar las prestaciones y servicios del SAAD. Las Comunidades Autónomas, que son las administraciones competentes en la materia, deberán aportar una cantidad similar.
Los beneficiarios del Sistema participarán en la financiación del mismo en función de su renta y patrimonio de forma equilibrada y justa, teniendo en cuenta que ningún beneficiario dejará de recibir atención por falta de recursos.
La aportación concreta de los beneficiarios será establecida por el Gobierno y las Comunidades Autónomas en el Consejo Territorial, una vez aprobada la ley.
Además de los beneficios sociales, la creación en España del Sistema de Autonomía y Atención a la Dependencia supondrá una inversión eficiente, por su impacto social, económico y laboral. De hecho, según el Libro Blanco de la Dependencia y el informe FEDEA, en 2015 se habrán creado cerca de 300.000 empleos.
LA DEPENDENCIA EN ESPAÑA
Las personas dependientes (ancianos y discapacitados graves que no se pueden valer por sí mismos) son aquellas que necesitan ayuda para realizar las actividades básicas de la vida diaria (levantarse de la cama, asearse, comer,...).
En España, y según los datos del Libro Blanco de la Dependencia, se calcula que hay más de 1.125.000 personas dependientes, aunque esta población, según las previsiones, aumentará en los próximos años.
La mayoría de las personas dependientes en España tienen más de 65 años. Según los expertos que elaboraron el Libro Blanco de la Dependencia, más del 80% de las personas que no se pueden valer por sí mismas en nuestro país supera esta edad.
La atención a estas personas se realiza, sobre todo, en el ámbito familiar y recae especialmente en las mujeres (representan el 83% de los cuidadores familiares) que, en la mayoría de los casos, se ven imposibilitadas de llevar a cabo actividad laboral alguna. De hecho, y según datos del Libro Blanco, sólo uno de cada cinco familiares cuidadores tiene un empleo.
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