Tras el regreso al trabajo, después de un periodo de vacaciones, se produce la readaptación al trabajo y con ello a menudo aparece el llamado síndrome post-vacacional, que se puede valorar como un estado emocional negativo, parecido a un trastorno del estado de ánimo, que lleva aparejado síntomas de depresión y ansiedad.
Aunque no exista patológicamente este síndrome, si puede degenerar en problemas más importantes, aunque siempre se supera transcurridos una o dos semanas.
Tras la reincorporación al trabajo y con la aparición de la rutina, el intenso horario, las necesidades laborales y el afrontar la realidad del trabajo diario, es cuando pueden aparecer diversos síntomas que, son los pequeños obstáculos que afrontamos tras el fin de las vacaciones.
Las personas afectadas de este síndrome, sufren síntomas como puede ser fatiga, insomnio los días previos al inicio del trabajo, ligeras molestias musculares, inapetencia, dificultad de concentrarse, problemas estomacales, entre otras pequeñas alteraciones.
Otro factor a tener en cuenta en la aparición del síndrome post-vacacional es, si las vivencias laborales antes de iniciar el periodo vacacional, no son del todo satisfactorias, o lo que es lo mismo no nos agrada el ambiente que vivimos en el trabajo, lo más seguro es que el esfuerzo de adaptación tras el regreso, sea mucho más duro y lento.
Algunos consejos que podemos tener en cuenta, para una mayor y mejor readaptación al medio, pueden ser los siguientes: afrontar el trabajo con ilusión, no haber dejado trabajo atrasado, fomentar la comunicación con los compañeros, a fin de volver a situarse en el nuevo entorno, dedicar mayor tiempo al ocio y sobre todo mantener una actitud positiva, para afrontar todo lo que nos viene encima.
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