Aun lo vemos lejano en el día a día de nuestros mayores, mucha tecnología que no sabemos casi "ni pronunciar"; pero la realidad está ahí. Hace 15 años, nadie entendía los teléfonos móviles, y hoy por hoy es raro encontrar a alguien que no tenga uno. Igualmente nos pasará con la domótica avanzada en nuestros hogares.
La domótica puede tener aplicaciones en el mundo de los mayores, los enfermos de alzheimer y los discapacitados físicos. En todos ellos la domótica permite entre otras cosas mejorar su seguridad, descargar a los cuidadores de parte de sus tareas y tener conocimiento en tiempo real de cualquier problema que pueda tener el usuario.
La teleasistencia tradicional es un sistema reactivo, actúa si el usuario pide ayuda, pero hay casos en los que éste no puede solicitarla y pasan horas o incluso días hasta que los servicios asistenciales descubren la existencia del problema. Por el contrario la nueva teleasistencia proactiva, por medio del empleo de detectores y sensores permite comunicar a posible existencia del problema de manera instantánea sin que sea necesaria la intervención del usuario.
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