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jueves, 5 de octubre de 2006

Grandes museos para pequeños visitantes


La capital reserva espacios dedicados al público infantil para aprender de forma divertida
El arte, la ciencia y la historia esperan a los niños en los grandes museos de Madrid, recintos en los que el aprendizaje y el ocio no están reñidos. Estos centros ofrecen a los más pequeños diversas actividades diseñadas especialmente para ellos, como talleres o visitas guiadas, con el objetivo de que la primera aproximación a sus colecciones sea divertida y que, en un futuro, repitan.
Museo Tyssen
El Museo Thyssen Bornemisza de Madrid, –que permite recorrer siete siglos de historia a través de las obras de arte que se exponen en sus salas-, cuenta con un completo programa didáctico que permite sacar el máximo provecho a cada visita. Además de las actividades diseñadas para grupos de estudiantes de Educación Infantil y Primaria, desde 1995 cada fin de semana se organizan unas visitas- taller ideadas para familias que intentan acercar a los niños de entre 6 y 12 años al mundo del arte.
Acompañados por sus familiares, los niños inician un recorrido de unas dos horas y media. Primero, se realiza una aproximación 'in situ' a las obras de arte que se exhiben en las salas del museo, con una explicación de “conceptos de Historia del Arte, de espacio, de profundidad, o de color”, entre otros aspectos, explica Ana Moreno, responsable del Programa Didáctico del museo.
“Para acercar a los niños a la obra de arte nos parece más sencillo utilizar un hilo conductor, partir de un tema cercano a ellos, como puede ser la ciudad, la naturaleza o la música”, comenta Moreno. 'Hombres y Mujeres', 'Juegos y Espectáculos', 'La imaginación del artista' o 'Pasear dentro de un cuadro' son algunos de estos recorridos, en los que se intenta implicar tanto a los niños como a los adultos en la explicación.
Tras la visita a las salas, llega el momento de sumergirse en un taller en el que niños y mayores crean su propia obra de arte. Esta actividad plástica también varía en función del recorrido y “viene a durar una hora, por lo que la técnica que se utiliza es sencilla. En algunos se trabaja con arcilla, en otros con ceras o se experimenta con las texturas”, explica Moreno. En el año 2003 casi 2.000 personas pasaron por este programa de visitas que se desarrolla en grupos de veinte personas todos los sábados y domingos entre septiembre y junio.
Museo del Prado
El Museo del Prado también ofrece un programa de visitas diseñado para familias. Una temática que varía cada trimestre articula el recorrido, en el que se introducen juegos, representaciones en las que cada niño es un personaje o lecturas, entre otras actividades. “No se trata de una visita guiada en la que el monitor les hace una explicación y luego se van a casa. Es un recorrido participativo en el que ellos pueden aportar cosas y aprender”, comenta Esther de Frutos, Conservadora del Área de Educación del Museo del Prado. Además, en esta actividad se intenta implicar mucho a los padres, dándoles “las pautas y las herramientas para que luego vengan con sus hijos en otras ocasiones”, dice De Frutos. Además del programa familiar, en el museo se desarrolla un recorrido para niños por las exposiciones temporales denominado 'Los niños en el Prado'.
“En todas las actividades les contamos qué es el Museo del Prado, que es suyo, y cómo tienen que comportarse en él”, explica Esther de Frutos. “Ellos salen encantados porque vienen pensando que en el Museo hay pocas cosas que hacer, pero aprender arte puede ser muy divertido”.
Por otro lado, el Prado anima a los padres a acercarse al museo con los niños. “En la librería se venden itinerarios adaptados a diferentes edades. Por ejemplo, en infantil les proponemos ver las estaciones del año, con los cuadros de Goya”. Padres y profesores reciben toda la información de los cuadros concretos que abarca cada recorrido y la manera de utilizarla didácticamente.
Museo Reina Sofía
En el Museo Reina Sofía apuestan por iniciar al público infantil en el mundo del arte y despertar su curiosidad entorno a él. Con esta filosofía nació el programa de talleres, que contempla tres momentos diferenciados. “Cuando llegan al museo se les recibe en la sala de talleres, se hacen las presentaciones y se les cuenta a grandes rasgos en qué va a consistir la actividad”, explica Mª Jesús de Domingo, jefe del Servicio Pedagógico del Museo. En la primera fase, “visitan una serie de obras que se han seleccionado de la colección permanente en función del tema que se va a desarrollar a lo largo de toda la sesión”. Dicho tema se aborda durante todo el año y se renueva cada curso. “Se intenta que la visita a las salas sea muy participativa y que tengan la oportunidad de expresar lo que ven y sus opiniones sobre las obras”, comenta De Domingo.
Una vez que los niños han visitado las instalaciones, “bajan a la sala de talleres y asisten a un espectáculo teatral que está basado en las mismas obras que han contemplado en la colección”, indica Mª Jesús de Domingo. Se trata de una interpretación en clave teatral de las piezas estudiadas, un espectáculo que dura unos 15 minutos, en el que no hay diálogos. Para terminar, “los niños pasan a realizar una actividad más manipulativa en el taller, donde construyen un objeto que guarda estrecha relación con las fases anteriores”, puntualiza la jefe del Servicio Pedagógico.
Quizá porque es una de las ofertas más completas, los talleres para niños en el Museo Reina Sofía están saturados tanto en su versión para escolares, de miércoles a viernes, como los sábdos para el público en general. Por ello, y hasta que se abra la inscripción para el próximo curso en la segunda quincena de septiembre, las visitas para familias, algo más autónomas pero de estructura similiar, son una alternativa muy interesante. “La idea es similar a la del programa de talleres pero buscando la complicidad de los padres, involucrarles para que ellos se encarguen de hacer por su cuenta la visita a las obras”, explica De Domingo.
De esta forma, todos los domingos por la mañana -excepto en agosto-, el grupo familiar “tiene la oportunidad de conocer estas mismas obras que hemos seleccionado. Para ello les damos una guía con información y sugerencias sobre cómo hacer el recorrido con los niños”, comenta la jefe del Servicio Pedagógico. Posteriormente, pequeños y mayores pueden asistir juntos a la representación teatral “que es exáctamente la misma”. Para completar una mañana redonda, “todos, en la sala de talleres, pueden participar en actividades de carácter manipulativo relacionadas con el tema”, concluye.
Museo de Ciencias Naturales
Como complemento a sus exposiciones, el Museo de Ciencias Naturales organiza actividades de carácter manipulativo y de observación en forma de talleres que persiguen como objetivo conseguir un conocimiento más completo de la diversidad del medio natural. Se desarrollan los fines de semana y “son unidades de una hora, que tienen que ver con las exposiciones y la temática del museo”, explica Dolores Ramírez, coordinadora de Público Individual del museo.
Así, los niños de entre 5 y 8 años podrán disfrazarse de abeja, aprender su lenguaje y conocer los trabajos de la colmena en el taller 'La vida de la colmena'. Por otro lado, ataviados con una careta y una cola de dinosaurio, los pequeños que se animen a apuntarse al taller '¡Pon cara de dinosaurio!' representarán la vida de estos animales y descubrirán un secreto sobre su extinción. Finalmente, 'Dinocomic', -una actividad en la que se crea un cómic sobre dinosaurios-, y '¿Basura sobre la tierra?', -un taller en el que se aprende a reutilizar, reciclar y aprovechar la capacidad de almacenaje de La Tierra-, completan esta oferta dirigida al público infantil, esta vez entre 9 y 12 años. “Estas actividades les gustan, sobre todo aquellas en las que entra en juego la dramatización, la expresión plástica, aquello en lo que hay que manipular o mezclar cosas”, comenta Ramírez.
Este afán por descubrir es lo que ha animado al museo a inaugurar 'ExperimetÁrea', un programa de actividades autónomas que los visitantes pueden realizar de forma libre, apoyándose en hojas de ayuda y Guías Didácticas. “La idea es que participen adultos y niños desde 8 años, todos juntos”, explica Dolores Ramírez. Cada persona puede desarrollar todas las actividades que quiera y utilizar el tiempo que necesite para completarlas. Además, “unos monitores informan y ayudan a la gente”, comenta. 'Explorar el pasado', 'Visitas al microscopio' y 'Montaje de esqueletos', son algunas de estas experiencias. Finalmente, todos los domingos los cuentos invaden el museo con relatos dirigidos a niños de 3 a 7 años, “a los que les encantan las historias de animales”.
Esta oferta se completa con los paseos en primavera, -una visita a la reserva natural 'El regajal-Mar de Ontígola', en colaboración con la Fundación Aranjuez Natural, un espacio en el que se ubica uno de los cinco lugares del mundo con mayor interés en cuanto a la población de mariposas-, y la mediateca, donde se ponen a disposición del público ordenadores que permiten acceder a información de carácter audiovisual a través de unas guías didácticas que ayudan a buscar dentro de la gran base de datos del museo.
Otros museos
Además de estos cuatro centros, otros museos tienen programas dedicados a los más pequeños.
Este es el caso del Museo del Traje, que ofrece una serie de talleres destinados a grupos familiares de, al menos, un adulto y niños de entre 6 y 12 años. Tras disfrutar de una visita al museo, donde se descubre de forma activa la colección, se inicia uno de los tres talleres: 'El vestido modela el cuerpo', - en el que cada equipo familiar fabrica un traje de época para los más pequeños-, ' Hilar y terjer', -donde se aprende de forma práctica a conocer las fibras textiles, una demostración de su hilado y cómo se teje- y 'Los tejidos y su decoración', un taller que permite conocer algunos procedimientos de estampación, diseñar decoraciones inspiradas en modelos antiguos y aplicarlas a prendas que se podrán llevar.
Por su parte, el Museo del Ferrocarril pone a disposición de grandes y pequeños, todos los sábados del curso escolar, un divertido minitren de vapor, seguido de una visita guiada por sus instalaciones, -cuyo tema varía a lo largo del año-, y una representación teatral. Frente a ello, los domingos, además del teatro familiar y una visita guiada al enclavamiento hidráulico de Algodor, dos talleres didácticos harán las delicias de los niños: elegirán entre construir con material reciclable una pequeña locomotora, o bien pintar un dibujo vivo de una locomotora, con carbón y agua reales.
En el Museo Arqueológico también se ofrecen algunas actividades dedicadas al público infantil, como el espacio 'Mitos, cuentos y leyendas', en el que los a niños de 7 a 10 años podrán escuchar los fines de semana adaptaciones de mitos clásicos, leyendas medievales y otros relatos relacionados con los objetos que se exponen en sus salas. Por otro lado, los domingos el centro se convierte en escenario gracias a una representación teatral que acerca a los visitantes personajes literarios, autores o trovadores de otras épocas, que recitan fragmentos de obras clásicas de la literatura, en el 'Museo Animado'.
Otros museos, como el del Ejército o la Casa de la Moneda, sin tener actividades específicas para el niños fuera de las dedicadas a centros escolares, pueden resultar atractivos para los más pequeños de la casa, que tienen todo un mundo por descubrir.

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